ECOGRAFÍA VETERINARIA

La ecografía es un método de diagnóstico muy utilizado en pequeños animales. En esta página queremos resolver algunas preguntas frecuentes sobre este método de diagnóstico por imagen.

¿qué es la ecografía veterinaria?

La ecografía es una técnica de diagnóstico por imagen basada en la emisión de ultrasonidos y la recepción y visualización en una pantalla de los ecos que generan al atravesar los tejidos. Se trata por tanto de una técnica inocua, que no emite radiaciones ni a pacientes, ni al personal que sujeta a las mascotas, y es muy bien tolerada por los animales, por lo que rara vez se precisa su sedación.

El comportamiento de los ultrasonidos en su paso por los tejidos, permite obtener imágenes nítidas de la morfología de tejidos blandos y estructuras con líquido, mientras que no son capaces de atravesar estructuras con aire o mineralizadas. Por esta razón, están limitados sus usos para valorar los pulmones y los huesos, mientras que presentan una gran utilidad para evaluar los distintos tejidos blandos: aparatos urinariogenitaldigestivo con hígado y páncreasglándulas endocrinasmúsculos y tendones.

El examen ecográfico va actualizando las imágenes obtenidas en tiempo real, lo que permiten evaluar estructuras en movimiento, como el peristaltismo digestivo o los movimientos cardiacos. Esta propiedad, junto a la capacidad para valorar los flujos sanguíneos mediante los estudios Doppler, hacen de la ecografía un arma esencial en los estudios cardiacos y circulatorios.

Por último la ecografía nos permite guiar procedimientos de toma de muestras como cistocentesis, punciones por aguja fina o biopsias, así como realizar drenajes de cavidades o lesiones quísticas, lo que incrementa nuestra capacidad diagnóstica y terapéutica.

Ecografía veterinaria en madrid

¿Cuándo debemos hacer una ecografía abdominal?

SÍNTOMAS DEL PACIENTE:

ALTERACIONES ANALÍTICAS:

Ecografia perra embarazada
Ecografia abdominal gato

¿Cuándo debemos hacer una ecografía abdominal?

SÍNTOMAS DEL PACIENTE:

ALTERACIONES ANALÍTICAS:

¿Cuándo debemos hacer una ecocardiografía?

Veterinario con ecógrafo

¿Cuándo debemos hacer una ecocardiografía?

PREPARACIÓN DEL PACIENTE PARA UN ECOGRAFÍA

AYUNO SÓLIDOS (12H)

En las ecografías en las que se quiere explorar el tracto digestivo y órganos anejos como hígado y páncreas, se aconseja un ayuno de 12 horas. Esta medida favorece un mayor vaciado gástrico y del intestino delgado, con menor presencia de gas en el tracto digestivo, lo que facilita la visualización hepática y de la región pancreática, así como una mejor valoración del tránsito digestivo.

TRAER AL PACIENTE SIN ORINAR (3H)

En las ecografías de problemas urinarios o cuando hay poliuria-polidipsia, se necesita distensión de la vejiga para una mejor visualización de esta estructura y de la próstata, y es indispensable si se quiere tomar una muestra de orina por cistocentesis que complementa la mayoría de estos exámenes. Esto se consigue no dejando orinar al paciente las 2-3 horas previas a la ecografía.

AFEITADO DEL PACIENTE

El aire atrapado en el pelo de algunas razas de perro o gato dificulta la imagen ecográfica y requiere de su afeitado. En otras razas puede ser suficiente mojando el pelo con alcohol.

Preguntas frecuentes sobre ecografía veterinaria

Esta sección busca aclarar dudas básicas sobre ecografía veterinaria. Si precisas de algún tipo de información más técnica no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través del formulario de contacto y te resolveremos tu duda a la mayor brevedad posible.

FAQ ecografía veterinaria

No. El paso de los ultrasonidos por nuestros tejidos con la duración de los exámenes ecográficos no tiene ningún efecto nocivo. Únicamente se ha detectado un cierto calentamiento celular si sometemos a un tejido a paso de ultrasonidos durante muchas horas, cosa que nunca sucede en una ecografía diagnóstica.

Permite una buena visualización de la mayoría de los tejidos blandos en los que no hay mucha diferencia en su densidad, como la vejiga, próstata, testículos, útero, ovarios, riñones, glándulas adrenales, bazo, hígado, tracto digestivo, estructuras vasculares, corazón, linfonodos, tiroides, glándulas salivares, musculatura, globo ocular, etcétera.

Cuando hay una diferencia de densidad muy grande entre dos tejidos contiguos, se reflejan todos los ultrasonidos, produciéndose un enorme eco y no quedando ultrasonidos que puedan avanzar a campos más profundos. Esto sucede cuando los ultrasonidos se tropiezan con hueso o aire, ya que el primero tiene mucha mayor densidad que los tejidos blandos y el segundo mucha menos. Por eso, la ecografía solo puede valorar la superficie de los huesos o de los pulmones bien aireados, pero sin poder avanzar y estudiar su interior. También nos dificulta la exploración abdominal tapándonos ciertas áreas cuando hay mucho gas en el tracto digestivo.

La ecografía, como la mayoría de técnicas de diagnóstico por imagen, lo que detecta son cambios en la morfología de los órganos que explora, y por tanto, si la enfermedad no produce esos cambios, la ecografía no va a apreciar ninguna alteración, aunque nos sirva para descartar otros procesos que sí los producen.

Esto puede pasar especialmente en procesos agudos, como una hepatitis aguda o una infección urinaria reciente, en los que a veces no ha habido suficiente tiempo para que se produzcan cambios estructurales en los órganos afectados.

También puede suceder que ya haya cambios morfológicos que la ecografía nos puede detectar, pero que no sean específicos de una sola enfermedad, sino que sean comunes a varios procesos, como por ejemplo, un aumento de la densidad hepática que puede indicar un depósito de grasa, un proceso inflamatorio crónico o un tumor. En este caso, los síntomas previos, análisis u otros hallazgos ecográficos nos pueden orientar en el diagnóstico, pero en ocasiones es necesario la toma de una muestra de tejido por ecografía para poder obtener el diagnóstico definitivo.

La ecografía, al poder mover la sonda para situarnos en la zona que elijamos de cada víscera y además ser una técnica en la que la imagen se actualiza en tiempo real, con un poco de práctica nos permite guiar la introducción de cualquier aguja o catéter al sitio que hayamos elegido. Esto es muy útil para realizar tomas de muestras de tejido cuyo posterior análisis nos permita identificar patologías, pero también para tomar muestras de orina de la vejiga o para el drenaje de acúmulos de líquido en cavidades.

El doppler es una propiedad de los sonidos que se nombró así en honor al físico austríaco con ese apellido que la descubrió.

Se basa en que cuando una estructura en movimiento emite sonidos respecto a un receptor fijo, la frecuencia relativa de esos sonidos que el receptor capta aumenta si el emisor se acerca y disminuye si el emisor se aleja. Esto se entiende si pensamos en la sirena de una ambulancia que emite sonido todo el rato con la misma frecuencia. El conductor de la ambulancia no percibe cambios en la frecuencia porque se mueve con el sonido, pero un peatón va percibiendo sonidos más agudos cuando la ambulancia se le acerca y más graves cuando se aleja.

Esta propiedad la pueden aplicar los ecógrafos para estudiar estructuras que se mueven. La sonda del ecógrafo permanece fija respecto a estructuras móviles como el flujo de las células sanguíneas y detecta el cambio de frecuencia de los ecos que generan los ultrasonidos al chocar con estas células. Esto permite detectar flujos y calcular la dirección y velocidad que llevan, siendo de gran utilidad para estudios cardiacos o de estructuras vasculares.

En los animales con mucha densidad de pelo, como Alaska Malamute o Samoyedo, queda mucho aire atrapado en ese pelo y no deja pasar los ultrasonidos, no consiguiendo una buena imagen sin el afeitado que permita un buen contacto entre la sonda del ecógrafo y la piel. En otros animales de pelo más fino y liso, como la mayoría de gatos y varias razas de perros, se puede empapar el pelo con alcohol, que transmite bien los ultrasonidos y elimina el aire del pelo, permitiendo así obtener imágenes diagnósticas. En cualquier caso, la mejor imagen se obtiene con afeitado y colocación sobre la piel de gel para realizar ecografías.

En una grandísima mayoría de casos (más del 95% de casos), no es necesario tranquilizar con medicamentos a los animales para realizarles un estudio ecográfico. Se les suele colocar sobre algún soporte acolchado y se suele empezar con el animal en decúbito lateral (de lado), que es una postura mejor tolerada y que le da cierto tiempo para que se pueda adaptar al examen. A lo largo de la exploración suele ser necesario girarle o situarlo en decúbito dorsal (boca arriba), que es una postura peor tolerada, pero para ese momento intentamos que el paciente ya se haya dado cuenta de que nada doloroso se le está haciendo. Únicamente sedamos a animales muy agresivos en los que es imposible iniciar el examen (muy pocos) o en pacientes a los que vamos a realizar una toma de muestra ecoguiada, como puede ser realizar una biopsia guiada con el ecógrafo.